Que gustito pa mis ojeras.
Hace un par de años cayo en mis manos una mandolina. Me hizo mucha ilusión conseguirla pues desde siempre había visto como la tocaban músicos tan apreciados por mi como Rory Gallagher o Ian Anderson. Además me gusta mucho su registro creo que hay melodías que no pueden ser sin ella, claro ejemplo el famoso tema de la banda sonora de “El Padrino”.
Así que busqué métodos como el conocido “aprende a tocar la mandolina en una semana”, cuando paso esa semana y tan sólo logre balbucear unos míseros acordes me limité a buscar intérpretes que me enseñaran a tenerla respeto.
Así fue como descubrí que había un submundo alrededor de la mandolina. Artistas increíblemente buenos y desconocidos que ni siquiera están en la mula. Durante esa búsqueda encontré entre otros tantos un grupo llamado Harmonius Wail, pude oír algunos temas en su página web y como me parecieron interesantes decidí buscar alguno de sus discos. En la web americana de amazon.com encontré uno, fue el que compré por correo postal.
Ese disco se llama Gipsy Swing y es la última joya que me estoy metiendo entre las ojeras, perdón quise decir orejas. Un homenaje o una continuación de ese vertiginoso jazz europeo que practicó Django Reinhardt.
Si quieres flipar escuchando lo que se hace con semejante artilugio de ocho cuerdas clica aquí que hay una pila de emepetreses gratis y legales, como en el paraíso.
Etiquetas: opinión
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